jueves, 15 de marzo de 2018

El efecto pigmalión a prueba

A lo largo de estos dos cursos en esta carrera, se han tratado diversos temas muy interesantes sobre los aspectos psicológicos y pedagógicos de los alumnos en la edad de educación primaria. Todos estos temas han derivado en debates muy interesantes sobre su efectividad o su veracidad. Uno de los temas más importantes es el conocido como efecto pigmalión


Antes de ponernos a debatir sobre este tema, tenemos que saber en que consiste. El efecto pigmalión se entiende como las expectativas que tiene una persona sobre otra o un grupo de ellas. Las expectativas serán condicionantes para que se cambie la manera de dirigirte sobre la otra persona y la manera en la que actuar. Es decir, si tienes una mayor esperanza de que el alumno consiga los objetivos propuestos, te dirigirás al alumno o a la persona a tratar con mensajes con mayor motivación. Si te confías en el alumno, le motivarás hacia el éxito, por ello conseguirás que tenga una mayor confianza y seguridad en si mismo, aumentando en cierto modo el autoconcepto.




Lo que muchos profesores no conocen es que este famoso tema se puede llevar a cabo negativamente, teniendo de tal modo, un resultado opuesto. Por ello, los profesores, al ser una de las mayores referencias en la vida de los estudiantes, debemos de tener mucho cuidado con este fenómeno; en particular, debemos de tener especial precaución con los estudiantes que presentan dificultades de aprendizajes o cualquier otro tipo de problemas que les impida tener un desarrollo académico y personal óptimo.






Por ello llegamos a la conclusión de que el factor motivante en las escuelas cobra un papel fundamental en la labor docente, y que puede tener especial importancia para los alumnos que pueden llevar a que el futuro de estos alumnos cambie de manera radical, ya que si el profesor les impulsa a que sigan sus sueños y luchen por dedicarse a una profesión que de verdad les guste, ellos lucharán por ello, sacando mejores resultados en los tradicionales exámenes y en las tareas que se le encomienden. Por ello, desde mi punto de vista como futura profesora que llevará a cabo el tema tratado para favorecer el rendimiento de los alumnos, pienso que para ello se debe de seguir un orden que ayudará a que los resultados sean más visibles:


  • Se deberán de emplear expectativas realistas, para que los alumnos los vean alcanzables.
  •  Los juicios y opiniones deben de ser constructivas cuya pretensión será el hacer reflexionar a los alumnos sobre los errores que se han cometido.
  • Tener una escucha activa de los aspectos que preocupen al alumno y tratar de aportar una posible solución.






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